Hubo una época en mi vida en la que confiaba al 100% todo lo que un médico indicaba. Antes de que naciera Bruno y de ser mamá, sufrí una especie de afición por ir a consultas médicas y por tomar medicamentos alópatas. Si no era por el colón irritable, era por jaquecas...y así.
Cuando uno se convierte en mamá las perspectivas cambian. Ya no me centré más en mi...todo comenzaba a girar alrededor de Bruno. Y con mayor razón, en Bruno.
Quiero contar con nuestra experiencia con el Dr. E. Vamos a llamarlo así, Dr. E, un neurólogo muy conocido que trabaja en dos clínicas prestigiosas del país, y con una fama de muy buen médico. No soy quien para juzgar su desempeño, pero hoy veo como a la medicina que todos conocemos como tradicional parece faltarle algo...considerar a los pacientes como personas que tienen emociones, no solo dificultades físicas.
Yo me entregué por completo a lo que decidía o no Dr. E. Y digo yo, porque Neil nunca simpatizó mucho con él. Era muy traumático ir a su consulta, hombre de pocas palabras, bastante frío. Cada vez que salíamos de su consulta, el panorama se veía peor y la angustia aumentaba. Nunca escuché de su boca las palabras parálisis cerebral....extraño no?
Dr. E. recetó a Bruno unas gotitas para controlar su irritabilidad que según él y el equipo de terapeutas era un impedimento para el desarrollo de las terapias. Por esos días, y durante 1 año, Bruno lloraba todo el día. Era terrible, angustiante y agotador.
Las gotitas.. Spiron. Aquí va para lo que está indicado:
Descripción: La risperidona pertenece a una nueva clase de agentes antipsicóticos denominados atípicos. Posee una acción antagonista de tipo mixto de receptores de serotonina y dopamina, y con una particular eficacia en los estudios clínicos llevados a cabo en pacientes con esquizofrenia crónica. Risperidona ha demostrado ser, al menos, tan efectiva, como haloperidol, fármaco clásico en el tratamiento de la esquizofrenia, en el control de los síntomas positivos y adicionalmente, más efectiva sobre los síntomas negativos de la enfermedad. Cabe destacar que la evaluación clínica de risperidona ha evidenciado una baja incidencia y escasa frecuencia de efectos adversos extrapiramidales, a diferencia de los otros neurolépticos convencionales. En efecto, risperidona revierte la disquinesia tardía en pacientes previamente tratados con haloperidol. Indicaciones: Tratamiento de la psicosis esquizofrénica crónica y aguda. Tratamiento de alteraciones del comportamiento en pacientes con demencia en los cuales síntomas como agresividad, alteraciones de la actividad o síntomas psicóticos son prominentes. Efectos Colaterales: Risperidona es generalmente bien tolerado y en diversos casos de reportes ha sido difícil diferenciar los efectos adversos de los síntomas de la enfermedad subyacente. Los efectos más comúnmente observados con el uso de risperidona son insomnio, agitación, ansiedad, cefalea. Otros menos comunes son somnolencia, fatiga, vértigo, dificultad de concentración, constipación, dispepsia, náuseas, vómitos, dolor abdominal, visión borrosa, disfunción eréctil, orgásmica y eyaculatoria, rinitis, exantema. Risperidona puede inducir a un aumento dosis-dependiente en la concentración plasmática de prolactina. Este efecto se manifiesta con galactorrea, alteraciones en el ciclo menstrual y amenorrea. Durante el tratamiento se ha observado aumento de peso, edema y aumento de los niveles de enzimas hepáticas. Que miedo no?? por supuesto que nunca funcionó. Esa irritabilidad respondía más a trastornos en lo emocional y sensorial...por supuesto! Ahora solo puedo pedir perdón a Bruno por semejante barbaridad. Después de un tiempo, y cuando al año de vida de Bruno decidimos buscar nuevas cosas y dejar a Dr. E. atrás, supe que él no daba un peso por Bruno. Que equivocado estabas, Dr. E!! Menos mal que no se te ocurrió recetar un anticonvulsionante preventivo que terminara por borrar a Bruno de este planeta. Que distinta es la vida hoy, cuando la despensa está llena de cosas saludables, medicamentos biológicos, homeopatía y flores de Bach. Pareció necesario pasar por estas cosas desagradables y equívocas para llegar a un presente más sano y felíz! |
6 comentarios:
Uuuuf, Pili... este es un temón. A mí me duele profundísimamente haber escuchado a los doctores alópatas. Muchos de los problemas que tenemos hoy se los adjudico plenamente a ellos, no así ninguno de los logros. Una rabia tremenda...
Pero parece que era necesario meter las patas, o dejar que otros lo hicieran, para comprender que los únicos responsables somos nosotros y que nunca, nunca, nunca debemos dejar de escuchar a nuestro corazón (ni al sentido común).
Que desastre, lamentablemente al principio uno hace todo lo que los medico dicen, se supone que ellos son los que saben, pero lamentablemente no es así, cuando se mira hacia atrás, vemos muchas cosas que hicimos pensando en que era lo mejor, es que el poder saber siempre lo que es correcto para nuestros hijos es imposible, gracias a dios hoy sabemos la clave, como dice Sonia seguir nuestro instinto.. nuestro corazón, el cual jamás se equivoca.
Un beso
Es cierto.El exito está asegurado si hay buena onda con el terapeuta,y, en el caso de Simón,es fundamental el vínculo, nos define el exito o fracaso de la terapia.
En nuestro haber tambien tenemos una experiencia de este tipo que nos marcó para mal, ya que perdimos tiempo valiosimo por confiar en una pediatra que aseguraba que Simón era totalmente normal,despejando nuestras dudas y dandonos una felicidad pasajera y poco creible.
Les mando un abrazo y fuerza, no estamos solas.Somos un monton!!!
Malisima experiencia Pilar, todos hemos pasado por esto, parece ser un proceso para todos nuestros niños,y para los papas aprender de los errores, yo aun me siento entre la espada y la pared con estas convulsiones que le han llegado a Cristian, no me atrevo a dejar los anticonvulsivantes, por no verlo convulsionar porque eso me aterra enormemente.
Ese "PELOTA" debe ser Escobar...o no???
Si...el mismo PELOTA.
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