¿Por que siempre tengo la sensación que para las otras mamás la maternidad es más facil que para mi? obviamente al tener un hijo con paralisis cerebral la cosa se complica con tareas extras. Pero dejando de lado las diferencias, y sumando lo que significa tener un segundo hijo de 2 años de edad, hay momentos que estoy al borde del colapso total. Hay veces que mi paciencia llega al límite. Ayer, por ejemplo, Bruno tuvo fuertes episodios de irritabilidad, cosa que no soporto. Me frustra no saber exactamente qué es lo que quiere decir con sus reclamos, y me agota estar buscando explicaciones de todo tipo., fisicas, emocionales y hasta esotéricas. A veces nada parece servir, ni las formulas de flores de bach, ni la bergamota....se hace insoportable y me pone de muy, muy, muy mal humor cosa que no es sana. Y Renato en los suyo, con sus 2 años, probando los límites, desafiandome hasta el punto que ayer me hizo llorar después que no paraba de enterrar su uñas en mi brazo y reia a carcajadas cuando lo retaba.
Amo a mis hijos por sobre todas las cosas, pero a veces cuando todo esta descontrolado llego a preguntarme cosas tan terribles como ¿en que minuto se me ocurrió tener hijos? (lease en tono desesperado).
¿Será que soy muy autoexigente como mamá? Como ejemplo, me ha pasado mucho cuando voy a alguna actividad social, veo a otras mamás muy relajadas a las que poco les importa si sus hijos se llenan el estomago de dulces y despues obviamente no comen, o trasnochan....Desde que nació Bruno, supe los niños necesitan de rutinas y horarios, eso les da seguridad, entre otras cosas. Y mi vida gira entorno a esas rutinas, por sobre todo. Claro, hay algunas excepciones como celebración de cumpleaños familiares, navidad y año nuevo.
Para otros parece ser tan facil, cosas como salir....para mi puede ser totalmente desastroso y convertirse en un drama si Bruno está de mal humor o si a Renato se le ocurre pedir cosas y hacer una pataleta.
Este fin de semana Neil tuvo que trabajar ayer todo el dia de ayer y hoy medio día. Me siento agotada, de mal humor y enojada con el mundo. En vez de disfrutar de un fin de semana en familia, fueron dos días de soportar el mal genio de Bruno, la energia desbordante de Renato, mañas, mi cansancio fisico y mental. Hoy solo añoro mi trabajo que, pese a lo rutinario, me da un respiro entre café y café.
10 comentarios:
Hola!
Acabo de leer y la primera pregunta que me surge es: Habrá alguna mamá que no se haya preguntado eso? La verdad es que esa misma pregunta me la hice más de una vez cuando mis niñas eran chiquititas y lloré también más de una vez al sentirme atrapada en algo sin sentido, como intentar que ellas entendieran que estaba enojada y eso que estaban haciendo no era correcto. Lloraba cuando hacía todo lo que se me ocurría y aún así una de mis hijas no comía ni tomaba leche, lloraba amargamente cuando cada semana al tratar de lavarle el pelo ella gritaba: no mamá, no mamá!!! como si la estuviera matando, lloraba de cansancio al llevar a una de mis niñas en brazos, la silla del auto colgando de la mano, en la otra mano mi otra hija forcejeando para arrancarse, los bolsos de cada una colgando y todo esto tratando de cruzar la calle.
Yo diría ánimo!!!! relájate en lo que puedas, los horarios y rutinas son importantes pero también es importante romperlas de vez en cuando. Con respecto a Bruno lo podrías traer a mi consulta, uno de los resultados más habituales en el trabajo con niños, independiente del motivo de la consulta es la forma como se pacifican. Probemos?
Un abrazo, ánimo!!!!
Marce
Mari ... dejando de lado el hecho de que claramente Bruno demanda mucho más tiempo, paciencia y preocupación, es cierto que hay muchas mamás que son MUY relajadas y que de verdad no se urgen más allá por el tema de las rutinas, los horarios, los límites, cosas demasiado necesarias, creo yo, para los niños, especialmente los de hoy.
A mí también me pasa muchas veces que veo a amigas que NORMALMENTE llevan a sus hijos donde ELLOS (los padres) quieren ir a la hora que sea, lo que significa falta de sueño, siestas que no se duermen, almuerzos dados en el auto en medio de la carretera e idas a dormir a las 12 de la noche, cosa que no comparto para nada y que creo que pensmaos excatamente igual. No entiendo y odio bastante cuando me dicen , algunas de ellas, "por dios qué estructurada" relájate un poco, todo con horarios, deja a esse niño vivir libre, que se duerma cuando quiera y coma cuando quiera". Olvídalo!
Los niños necesitan de su rutina desde que son chiquititos y eso lo hacemos, sino todo, en gran parte las mamás. Y eso también significa un estrés, pero un estrés que el día de mañana será la tranquilidad de tener niños más sanos.
Y el hecho de que a veces uno se angustie o se estrese (eso que yo tengo uno solo y es casi un chiste al lado de lo que tú cuentas), también es tan normal. Especialmente, Mari, cuando estamos solas, cuando el marido tiene que trabajar todo el fin de semana y que además no está casi nunca cuando es el momento de bañarlos, acostarlos y darles su comida, que, finalmente, es el momento más agotador para una, porque ya tenemos el día en la espalda (porque también nos cansamos, y mucho!) y lo único que queremos es un momento de paz y descanso para nuestros pobres huesitos.
La tarea es dura y es verdad que una mira atrás y recuerda esas tardes y días de ocio, echadas en la cama mirándonos el ombligo, pero en el fondo sabemos que somos mucho más felices y nos sentimos más plenas hoy, con estos angelitos que Dios nos dio y que mañana, seguramente le agradecerán a él el haberles dado una mamá tan buena y preocupada como tú, o como yo.
Ánimo Mari!!! Lo has hecho increíble! Eres un lindo ejemplo.
Un beso y que tengas una linda semana!
Paula
Hasta el desespero y la debilidad forman parte de la maternidad, no somos de hierro, aunque soportamos todo lo que nos ha tocado pasar desde que nos hicimos madres especiales. Aparte de Enmanuel que tiene tres años tengo una nena, Daniela, de año y medio, y es realmente un remolino, y hay momentos en los que simplemente no puedo con los dos, y lo que hago es sentarme, si enmanuel llora lo veo llorar, si daniela pone al cuarto al reves me quedo solo mirandola, porque realmente cuando las fuerzas fallan no hay mas que hacer, lloro, claro que lloro, me desahogo, luego simplemente me doy, me los llevo conmigo a la cama y formo un mundo aparte con ellos, tiramos las almohadas, llenamos la cama de peluches y otros juguetes, eso, simplemente me uno a ellos, de otra forma me voveria un poco loquita. Pero si hay momentos en los que necesito desconectar, y es alli cuando negocio con mi esposo, "yo voy por las compras, quedate tu esta tarde con ellos". No son ellos, simplemente es el dia malo que a veces nos toca vivir a cada uno.
Yo tengo la misma sensación que tu, Es que somos hijas del rigor Pili, eso es lo que pasa, tuvimos por necesidad extrema que serlo y bueno además porque nos gusta que las cosas si se hacen se hagan bien, el problema es que en la autoexigencia, nos superamos de cosas y obligaciones y partimos de la base que todo debe resultar optimo, la verdad de repente en los momentos donde nos vemos superadas debemos bajar la guardia y no exigirnos tanto y dejar que de repente se salga algo de control, lo que de vez en cuando no esta mal, un beso enorme y fuerza que todo estará bien :)
Cómo te comprendo!!!
En mi caso, mis enanas no sufren de mal humor (afortunadamente) pero si llegan momentos de desesperación que me dan ganas de salir corriendo... cuando no hacen caso y siguen haciendo lo que les digo que NO!....
La más pequeña, de 2 años 9 meses, es un torbellino, inquietísima, y la mayor, es la autora intelectual de todas las travesuras!!
Pero las disfruto Pilar, y a veces hasta tengo que hacer un esfuerzo enorme por no reirme y tratar de hacerles entender que las estoy corrigiendo!!
Y muchas veces he pensado: ¿lo estaré haciendo bien? ¿Cómo lo hacen las otras mamás?
Sólo se que tengo que repetir, repetir, y repetir... y a veces estoy más dispuesta que otras...
Creo que esa es la vida, y no es que la maternidad para otras sea más fácil, sino que ellas no se toman la molestia de criar enanos de bien, ¿¿te imaginas esos niños que los dejan hacer todo, que pasará con ellos cuando sean adolescentes???
Armemonos de paciencia, paciencia y más paciencia...lo estás haciendo bien...:)
Que buenos comentarios amigas!!! parece que , sumando y restando, estamos todas en las mismas. Y es verdad, todo depende de en que estado animico nos pillen las cosas.
Gracias a todas! un abrazo.
Marce, me encantaría probar que trates a Bruno.
Pilar, que gran tema!!.
Justamente el domingo yo me preguntaba lo mismo al tener que darle de comer a Constanza y duré 3horas!!!. Se me juntó el desayuno con la merienda, saqué juguetes, la puse en la mecedora, le puse música y nada!! mi hija lloraba al ver la cuchara.... hasta después de un rato que pudo hacer del cuerpo empezó a comer con tranquilidad. Le fuí dando las dos comidas poco a poco durante ese rato para no dejar tirada la merienda, ya que de lo contrario baja mucho de peso.
Que difícil cuando no comunican lo que quieren! Y mi marido de fin de semana de trabajo. Hoy lo recuerdo con gracia, pero en ese momento no.
Änimo, así estamos muchas!!
Saludos
Ana
Hola Pilar...el tema que tu pones es el que siempre me sorprende en la maternidad. Eso de que hay un elástico imaginario que se estira y estira y estira y estira... y uno sigue estando ahí, presente, aguantando, presente, aguantando. Finalmente no me cabe duda que ese elástico es el misterio del amor de madre. Nunca se corta.
El amor y el dolor parecen ser contrarios, pero el profundo amor llega a doler: amo tanto que me duele...¿te has dado cuenta?También algo que sólo parece dolor a primera vista, siempre trae el amor cobijado...un Brunito, un Agustín...todos los hijos, sean como sean, curiosamente sintetizan y funden ambos sentimientos...yo encuentro que esto es tan misterioso como maravilloso..
ANIMO!!
Carola
Hola! La empatía que siento es total, leyendote una comprende que no estamos solas.! Un abrazote.caro
Hola, me gusta tu blog y las cosas que compartes con el resto de las madres. Entiendo tu desesperación y tienes todo el derecho del mundo de sentirte frustrada. Los hijos son siempre una bendición pero existen esos «momentos» poco memorables en que perdemos la paciencia. Ánimo y recuerda desahogarte cada vez que te haga falta. Después de todo la vida no es más que eso: Días buenos, días malos
Publicar un comentario